Autor: Horacio Giusto Vaudagna
I.- La teoría totalitaria
Comprender
la “sororidad” implica previamente haber entendido la lógica colectivista que
aúna al feminismo, por ello resulta prudente comenzar el análisis en torno a la
figura de Carl Schmitt[i],
filósofo alemán crítico acérrimo del individualismo. La principal tesis que
expresa el pensador premencionado es la teoría “Amigo/Enemigo”, explayada en su más reconocida obra[ii].
De tal teoría se extrae una noción que será la base fundante de las nuevas identidades
colectivistas, tal como sucede con el actual feminismo.
Schmitt
sostuvo que “…lo político tiene sus
propios criterios que se manifiestan de un modo particular frente a las
diferentes áreas específicas relativamente independientes del pensamiento y del
accionar humanos, en especial frente a lo moral, lo estético y lo económico.
Por ello lo político debe residir en sus propias, últimas, diferenciaciones,
con las cuales se puede relacionar todo accionar que sea político en un sentido
específico. Supongamos que, en el área de lo moral las diferenciaciones últimas
están dadas por el bien y el mal; que en lo estético lo están por la belleza y
la fealdad; que lo estén por lo útil y lo perjudicial en lo económico o bien,
por ejemplo, por lo rentable y lo no-rentable. La cuestión que se plantea a
partir de aquí es la de si hay — y si la hay, en qué consiste — una
diferenciación especial, autónoma y por ello explícita sin más y por sí misma,
que constituya un sencillo criterio de lo político y que no sea de la misma
especie que las diferenciaciones anteriores ni análoga a ellas. La
diferenciación específicamente política, con la cual se pueden relacionar los
actos y las motivaciones políticas, es la diferenciación entre el amigo y el
enemigo. Esta diferenciación ofrece una definición conceptual, entendida en el
sentido de un criterio y no como una definición exhaustiva ni como una
expresión de contenidos.”; a partir de este postulado se permite vislumbrar
en el campo político una categoría, independiente de otras disciplinas (capacidad
de ser enemigo sin ser moralmente malo, económicamente no rentable o
estéticamente feo), que expresen, tanto en lo teórico como lo práctico, los
máximos niveles de cohesión o repudio que pueda haber entre los grupos de
oposición. Para Schmitt, las nociones de enemigo deben ser consideradas como
elemento existencial y no como una simple metáfora. “Enemigo” es para esta
teoría, el conjunto de personas que combate al grupo idéntico que se le opone,
cobrando relevancia solamente el conflicto que se produzca en el orden de lo
público (Estado y Sociedad). En la traslación que se realiza de este concepto
al feminismo moderno, es más que útil tener presente una idea elaborada por el
pensador alemán en cuestión: “Los
conceptos de amigo, enemigo y combate reciben su sentido concreto por el hecho
de que se relacionan especialmente con la posibilidad real de la muerte física
y mantienen esa relación. La guerra proviene de la enemistad puesto que ésta es
la negación esencial de otro ser. La guerra es solamente la enemistad hecha
real del modo más manifiesto. No tiene por qué ser algo cotidiano, algo normal;
ni tampoco tiene por qué ser percibido como algo ideal o deseable. Pero debe
estar presente como posibilidad real si el concepto de enemigo ha de tener
significado… Toda contraposición
religiosa, moral, económica, étnica o de cualquier otra índole se convierte en
una contraposición política cuando es lo suficientemente fuerte como para
agrupar efectivamente a los seres humanos en amigos y enemigos.”; es quizás
esta la mejor forma de resumir en breves palabras una extensa teoría que
engloba el sistema antagonista en política.
II.- Mouffe y las nuevas formas de
exclusión al enemigo
El
pensamiento de Carl Schmitt será el que inspire a la politóloga belga Chantal
Mouffe[iii]
en su obra “En torno a lo político”[iv] dentro
del capítulo “La política y lo político”.
Allí expondrá que existen dos grandes cosmovisiones para comprender el mundo
político; estarán quienes lo consideren como un espacio de libertad y deliberación
pública, tal como sostuviera Hannah Arendt, y aparecerán aquellos que lo vean como
un espacio de poder, conflicto y antagonismo. Mouffe se encuentra en este
segundo campo, ya que no sólo niega la capacidad racional individual para
alcanzar acuerdos políticos (tesis liberal) sino que interpela a la existencia
de una entidad colectiva. Esta postura es traducida en un “nosotros/ellos” para
referir a la radicalización que surgen en los grupos de oposición. Al igual que
Schmitt, Mouffe niega la posibilidad de consenso a partir de la razón y apela al
antagonismo como lo presente en cada conflicto. Para la pensadora posmarxista
citada, es un error creer en lo inclusivo que propone el liberalismo, ya que,
según ella, lo único real es la exclusión que hay entre los grupos dentro de lo
político.
Chantal
Mouffe y su difunto marido Ernesto Laclau son considerados los padres del
posmarxismo[v]. Su tesis fundamental es la creación de nuevas
identidades colectivas que sean funcionales a la lucha contra el capitalismo
(actualmente podría considerarse contra occidente y sus valores) a partir de la
lógica “Explotador/Explotado”. Será cuestión entonces que la izquierda
descubra, o fabrique, nuevos antagonismos sociales que pongan en jaque al
sistema liberal.
Es
oportuno traer a colación las palabras de Mouffe, que dice “… Considerar diferentes tipos de relación
nosotros/ellos de acuerdo al modo en que “ellos” es construido”. Como es
apreciable, la identidad colectiva y la sustancia de quienes la componen es
producto de un arbitrio humano. Si uno plantea la dicotomía entre el hombre y
la mujer, tales diferencias antagónicas estarán dadas por la construcción
teórica que realice algún grupo para determinar qué es mujer y cuáles son los
sujetos excluidos en tal concepto.
III.- Sororidad, neologismo y
eufemismo
La
mejor explicación de sororidad la aporta la Dra. en Filosofía, quien dice “El concepto de Sororidad es un concepto que
se inventa, de alguna manera, cuando se toma conciencia de que la noción de
fraternidad tiene como raíz frater, y frater es varones, fray. Entonces resulta
que el eslogan de la Revolución Francesa, “Libertad, Igualdad y Fraternidad”,
nos corta la fraternidad a la mitad de la población, cosa que, en cuanto se dan
cuenta las mujeres, apelan a un resabio que mantiene la Iglesia, que es la
noción de sor. Sor como hermana, de la misma manera que fray como hermano. Se
genera el término “sororidad” como solidaridad femenina”[vi]. Este
neologismo encierra un fuerte eufemismo que requiere ser analizado.
Para
el feminismo, la solidaridad entre las mujeres depende de un concepto previo,
que es la idea de mujer. Ser mujer para el feminismo actual no depende ya del
sexo biológico, sino de un fenómeno cultural[vii],
es decir, una actividad que la persona dota de sentido. Si la idea de “mujer”
se desprende por completo del dato biológico, nada impide que un ser humano
nacido hombre pueda ingresar a la categoría de mujer, ni que una persona con
genitales femeninos sea excluida del grupo. Así es que la idea de mujer para el
feminismo, como sujeto que merece respeto y solidaridad, depende exclusivamente
de la construcción teórica que realice el movimiento.
Retomando
la idea de Mouffe, para ingresar al grupo del feminismo (y ser parte de la
sororidad) se debe crear una exclusión de los grupos; si no se está a favor de
la lucha feminista, se está en contra y en consecuencia, se es enemigo. Para
todo postulado que valida el conflicto en política, las reglas de la
deliberación racional son producto de la imposición opresora que desea mantener
sus privilegios (antes se aludía al capitalismo, ahora al patriarcado). Por lo
tanto, el respeto a la autonomía de la voluntad, regla liberal por excelencia,
no aplica al feminismo. Es este movimiento el que se arroga la potestad de
determinar en forma arbitraria qué mujeres pueden ser susceptible de defensa y cuáles
serán atacadas por aliarse al patriarcado. La sororidad genera una terrible esquizofrenia
moral. Por un lado existirán mujeres a la que todo se les permita en nombre del
feminismo, y por otro lado habrá personas que se les niegue el más mínimo
respeto por el simple hecho de no adherir a la lucha feminista.
IV.- El ejemplo paradigmático
Establecido
el marco teórico, resulta más que útil tomar un ejemplo puntual para entender
en forma gráfica cómo el feminismo excluye, y ataca, a una mujer que
simplemente se atreve a pensar por sí misma. Para la presente ocasión, la
figura de Lourdes Palavecino, un famoso perfil
de la red social Facebook[viii],
quien además de trabajar como promotora en diversos eventos, egresó del
secundario con uno de los mejores promedios, posee título como visitadora
médica y actualmente estudia la carrera de Abogacía. La señorita mencionada
sufrió centenares de burlas y agresiones al subir en su perfil una foto con el característico
pañuelo Pro Vida. Cuando una feminista agrede a una persona como en el caso
puntual, lo que subyace es la negación de la cualidad “mujer” en la víctima de
la agresión.
Para
saltar de lo teórico a lo práctico, es prudente que quien ha vivido una
agresión por el sólo hecho de ser mujer “no feminista” exponga su propio punto
de vista. Por ello se comparte a continuación la entrevista realizada a la
señorita Palavecino:
·
¿Cómo observa usted al feminismo en la
actualidad?
“El feminismo actual me avergüenza y no me
representa para nada. Lo veo como un movimiento de mujeres llenas de odio y
resentimiento que no buscan la igualdad, sino pasar por arriba de los hombres y
mujeres que no se sumen a sus caprichos. No las veo hacer grandes luchas, las veo
preocupadas por nimiedades como cambiar las letras de nuestras palabras o el
tamaño del iPhone último modelo.”
·
¿Qué reflexión harías respecto a la libertad que dice defender el
feminismo en relación a la sexualidad y a la estética?
“Respecto a la libertad femenina que dice
defender el feminismo en cuanto a la sexualidad, me parece un pésimo ejemplo
para las más jovencitas. Una cosa es la libertad y otra muy distinta el
libertinaje. Yo no les digo a las chicas que no sean libres sexualmente, les
digo que pueden ser libres siempre y cuando sean responsables tanto de sus
actos como de sus consecuencias. Me parece que la verdadera mujer empoderada es
la que es responsable antes, y no la que dice ser empoderada después, al mismo
tiempo que pide que el Estado se haga cargo de sus errores y pretende que los
demás seamos cómplices en sus maneras de resolverlos.
En cuanto a la estética no creo que
realmente defiendan una libertad. Nos imponen una manera específica de ser. De
hecho, si se me declaró como "enemiga" del feminismo fue también por
mi imagen. Soy todo lo contrario a lo que se propone. Me gusta ser femenina,
coqueta, delicada, usar ropa ajustada, incluso escotada, me gusta depilarme,
maquillarme, peinarme y caminar con tacos. Hoy todo eso parece estar mal visto.
Incluso mis trabajos parecen estar mal vistos ya que las promotoras están "cosificadas"
por el "patriarcado opresor" y aparentemente avergüenzan al género
femenino. Sin embargo esas mismas mujeres aplaudieron cuando otras entraron
desnudas a defecar en una catedral. Luego se escandalizaron porque yo llevaba
un escote.”
·
¿Cómo era tu relación con el feminismo
antes de subir a tu perfil la foto con el pañuelo pro vida y cómo lo fue
posterior a eso?
“Mi relación con el feminismo antes de subir
la foto con el pañuelo celeste pro vida, la verdad es que ya era mala. Antes de
que pusieran de moda el uso del pañuelo verde, yo ya me quejaba del feminismo
en mi perfil de Facebook. De hecho hay publicaciones de hace dos veranos atrás
aproximadamente, en las que me opuse al "tetazo" porque tampoco me
sentí representada por mujeres que buscaban politizar nuestros cuerpos haciendo
ese escándalo, cuando en realidad existen playas nudistas donde podían realizar
su topless libremente sin incomodar a los que eligen veranear en un ambiente
familiar. Pero luego de subir mi foto con el pañuelo pro vida la relación
empeoró. Dejó de ser un debate, terminó en cyberbulling, amenazas y
difamaciones a mi persona.”
·
¿Por qué elegiste ser pro vida en una
época en la que estar a favor del aborto implica menos presión social? Además
de los ataques en tu red social, ¿Has tenido alguna otra consecuencia por ser
pro vida?
“Elijo ser provida en una época en la que
estar a favor del aborto implica menos presión social porque creo que encajar o
pertenecer está sobrevalorado. Antes de sumarse a una causa o mejor dicho, una
moda, es importante informarse primero y tener en claro cuál es la verdadera
finalidad de estos movimientos. Usan palabras que suenan muy lindas y que
cualquier adolescente compraría, como la empatía o la sororidad y todo eso se
queda sólo en un discurso bonito. No existe tal sororidad ni tal empatía
para las mujeres como yo que decidimos
no ser feministas. Y prometen conseguir más derechos para las mujeres, creo que
hay una gran diferencia cuando se consiguió el voto femenino, eso era igualdad.
Pero no creo en pedir un derecho a matar. Matar definitivamente no es un derecho. Nos dicen que tenemos que
modernizarnos y evolucionar, yo solo veo involución y retroceso porque les estaríamos
quitando el derecho a vivir a los niños por nacer. Todo el tiempo estuvimos
hablando de una ley inconstitucional pero eso parece no importarle a nadie ya que mujeres como Malena Pichot invitan a las chicas a no
leer. Supongo que es porque cuanto menos lees, más manipulable eres.
Tuve otras consecuencias por ser
pro vida. Te cierra puertas laborales por ejemplo. Tenía organizado un evento
con un maquillador que al ver mi postura con respecto al aborto, me insultó y
luego me bloqueó. Es porque hay una creencia de que el feminismo y el colectivo
LGBT van de la mano. Y al ser homosexual supongo que él cree que yo lo
discrimino cuando en realidad fue al revés. Jamás discriminaría a una persona
por su orientación sexual pero yo si soy discriminada por mis posturas.”
·
¿En qué sectores has sufrido más
agresiones y discriminaciones?
“En el sector donde sufrí más agresiones fue
en el de las redes sociales, supongo que por ser "figura pública" y
por tener 150 mil seguidores, fue que se viralizó más rápido mi imagen para
burlas, memes, humillaciones e incluso difamaciones. Hicieron circular rumores
de que había nacido hombre y luego de
que había abortado, ambas versiones se contradecían entre sí. Luego dijeron que el pentágono me había
entrenado para terminar con el feminismo en Latinoamérica, que era prostituta
vip de un complejo hotelero y hasta que estaba "bancada" por un
político de Cambiemos. Las versiones eran cada vez más descabelladas. Y eso no
fue todo. Recibí los insultos más misóginos de estas mujeres que dicen defender
a las mujeres. Me dijeron que por mi cara de "atorrante" seguro me
habría hecho más de diez abortos, que por mi ropa merecía ser violada para
saber cómo se siente un embarazo no deseado. Y también recibí muchos insultos
homofóbicos por parte de estas mujeres de pañuelos verdes que dicen luchar
también por los homosexuales. Cuando inventaron que yo era un travesti,
comenzaron a decirme que no podía opinar porque no tenía útero y por ser un
transexual asqueroso. Por todas estas cosas es que me opongo al feminismo, no
es un movimiento de amor hacia a la mujer, en realidad son estrategias de
partidos políticos de izquierda intentando captar gente y luego sumar votos.
Supongo que mucha gente cayó inocentemente en apoyarlas porque su discurso es
muy lindo pero es una mentira, ojalá se den cuenta antes de que sea demasiado
tarde.”
V.- La libertad de elegir sin dejar
de ser persona
Por
todo lo expuesto es válido afirmar que, tanto en lo teórico como en lo
práctico, el feminismo es un movimiento basado en el totalitarismo. Las mujeres
que adhieran al feminismo, lejos de “empoderarse”, desplazan su dignidad como
individuo libre para escudarse en un nefasto colectivismo. Lo que subyace
dentro del movimiento totalitario es el miedo a la libertad. El feminismo se
arroga la potestad de pensar lo que es mejor para sus miembros ya que ve a las
mujeres como sujetos alienados, los cuales son incapaces ejercer una elección
libre.
Una
persona libre asume las consecuencias en forma responsable por cada acto que
elige en forma voluntaria. El feminismo lejos de fomentar la responsabilidad de
la acción, lo que hace es crear excusas para justificar el fracaso y el
resentimiento de quienes no han obtenido lo que desean por falta de mérito. Es
terriblemente caprichoso pensar que uno no es libre por el simple hecho de que
terceros van a reprobar la conducta propia. Asumir las consecuencias en forma
responsable es ser consciente de que si una mujer elije “X” para su vida, un
tercero puede aprobar o repudiar “X” haciendo el mismo uso de la libertad que
tuvo la mujer.
Ante
las nociones aquí vertidas, la mejor forma de concluir es citando la idea de
Alejandro Sbrigata, actual Coordinador local Córdoba en Estudiantes por la
Libertad[ix]: “El odio por la libertad sólo puede provenir
como un producto psicológico de personas que aceptaron identificarse a sí
mismas como esclavas”.
[i] (Plettenburg, Alemania,
1888-id., 1985) Jurista alemán. Profesor en la Universidad de Berlín desde
1934, su doctrina jurídica acerca del Estado se ha señalado como uno de los
elementos ideológicos sobre los que se fundó el nacionalsocialismo, al que se
adhirió en 1933. Dirigió una crítica constante hacia las instituciones y los
principios democráticos durante la República de Weimar, cuya estabilidad
contribuyó a socavar. Según su teoría, el poder real se descubre en la
situación de excepción, según quién conserve la capacidad de decisión, y no de
acuerdo con la atribución constitucional de poderes. También criticó el
individualismo subyacente a la democracia, al considerar que el pueblo era
propiamente masa, que adquiría una identidad por adhesión a un líder carismático,
y por enfrentamiento al «enemigo», categoría fundamental en la constitución de
un pueblo y que se establecía por decisión arbitraria del líder. Entre las
obras en que desarrolló su doctrina, destacan La dictadura (1921), Teología
política (2 vol. 1922, 1970) y Estado, movimiento, pueblo (1933). (Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/schmitt.htm)
[ii] Schmitt, C. “El concepto de lo político” (1932)
[iii]Nacida en Charleroi, Bélgica, en
1943, Chantal Mouffe se cuenta entre los filósofos y filósofas
post-estructuralistas y politólogo/as contemporáneos de mayor renombre. (https://www.webdianoia.com/contemporanea/mouffe/mouffe.htm)
[iv] Mouffe, C. “En torno a lo político” (2011); Buenos Aires. Ed.: Fondo de Cultura
Económica.
[v] Laje, A. y Márquez, N. “El libro negro de la Nueva Izquierda”
(2016); Buenos Aires. Ed.: Grupo Unión
[vi] ¿Qué significa el término
SORORIDAD? https://www.youtube.com/watch?v=sYdQOaros48
[vii] “Para muchos, ser mujer no será más que un dato biológico. Para quienes
hemos leído a Simone de Beauvoir, “ser mujer” significa todo un programa de
vida, ya que “no se nace mujer, se llega a serlo”.” http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1275
[ix] @EsLibertadArg
Muy bueno! Me saco el sombrero ante Lourdes Palavecino👏
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