Autor: Horacio Giusto Vaudagna
El
“Sínodo para la Amazonía” esgrime un nuevo capítulo ruin en la historia del
tercermundismo. Concluido el 27 de octubre, dejó preocupantes señales de
blasfemia y declaraciones inquietantes que trascienden la Fe para inmiscuirse
en las políticas culturales y económicas de cada Estado bajo premisas
ecologistas. Prudentes es considerar que el devenir del desarrollo histórico
presenta al ecologismo como la más acabada facción antagónica a Occidente que
infiltra su pensamiento en cuanto movimiento posible sea[i].
De allí es que resulta común y habitual escuchar a ideólogos anticapitalistas
hablar del EcoFeminismo o promover el EcoTerrorismo, pero el reciente “Sínodo
para la Amazonía”[ii]
pone al descubierto un concepto propio de la subversión cultural: la
EcoTeología[iii].
Es
bien sabido por los sectores tradicionalistas que luego del Segundo Concilio
Vaticano afloró en la Iglesia Católica un espíritu modernista que ya supo
advertir a tiempo S.S. San Pío X[iv].
Esto fue una gran puerta de apertura para la infiltración de cualquier
ideología dentro de uno de los principales pilares de occidente. Durante dos
milenios los Santos de la Iglesia no vacilaron en diferenciar lo moralmente
correcto de lo erróneo, comprendiendo que si uno predica la Verdad, la misma no
puede ser equiparada a cualquier herejía o paganismo. Sin embargo y según la
línea moderna, en los últimos veinte siglos parece que todos los santos hombres
estuvieron equivocados al sostener que no se puede poner en pie de igualdad a
todos los dioses. Este mensaje confuso y ambiguo de los que defienden la
libertad religiosa trae aparejado un posicionamiento político que trasciende la
mera perspectiva personal en torno a la Fe. Poner en un pie de igualdad a cualquier
religión implica admitir que no existe un único norte moral, posibilitando a
que cualquier noción de bondad o maldad se deba respetar bajo el concepto de
“libertad religiosa”; piénsese que si la prescripción “No Matarás” deja de ser
una premisa que no admite debate para quedar librada a la consciencia de cada
uno, nada impide que alguna religión precolombina decida tomar aquellas vidas
que consideren útiles para el sacrificio.
El
“Sínodo para la Amazonía” toma y refuerza la tesis ecuménica para poner en pie
de igualdad toda fe dispersa en el mundo, aún las contrarias a la propia
doctrina cristiana. El “Documento Final” esboza la tesis de que la Amazonía es
una fuente peculiar de la revelación de Dios, ya no como parte de una creación
perfecta como considera el hombre de Fe, sino como un lugar teológico del cual
surge un “Espíritu” revelador de Verdad. Este espíritu democrático y pluralista
del Papa Francisco sostiene que la Iglesia, que fue un artífice fundamental en
la civilización de Europa y América, debe mantenerse viva adaptando el mensaje
conforme a los tiempos que corren. Básicamente se dice que el pastor debe tener
olor a ovejas y no al revés, para que sean estas quienes guíen a la autoridad.
Esta constante proliferación de apertura a las periferias encierra una tesis
propia de “Las venas abiertas de América Latina”[v].
El papa parece olvidar que la principal función del sacerdocio es guiar almas a
su salvación, no andar alimentando pajaritos y plantando helechos. El Sínodo ha
dado muestra que importa más el relato falaz de la izquierda verde que atenta
contra la tradición que promover un sacerdocio sano y riguroso que respete su
propia Fe.
Mientras
la izquierda avanza en su relato animalista[vi],
la Iglesia modernista lejos de traer al mundo una claridad conceptual que nutra
las almas de sus fieles, ha favorecido la presencia de diversas ideologías dentro
de su seno. Muchos católicos se ven desconcertados al tener que contrastar un
dogma milenario con mensajes tercermundistas que unen a delincuentes como
Grabois[vii] con
intelectuales animalistas como Peter Singer[viii].
Basta ver como claro ejemplo de ello que, mientras la inmensa mayoría de
ecologistas bregan por la reducción poblacional mediante políticas
antinatalistas[ix],
el Sumo Pontífice se dedicó a congraciarse con discurso de raigambre socialista[x] antes
que a interpelar enfática y denostadamente a la iglesia militante a luchar por
la Vida y la Familia. Mientras miles de católicos padecen cruentas
persecuciones[xi],
el líder espiritual muestra más preocupación por interferir en una selva que no
es de su propiedad que por bregar por la seguridad de sus fieles. Tal como
expresara el presidente de Brasil, cualquier iniciativa para proteger el pulmón
verde "debe incluir un total respeto a la soberanía" de su país[xii];
quien es católico sabe que la infalibilidad del Papa[xiii]
no es pertinente a sus dichos políticos, razón por la cual nada obsta a que
pueda estar equivocado S. S. al favorecer con el “Sínodo para la Amazonía” una
agenda globalista que merma la soberanía legítima de una nación.
“A
través de alguna grieta del Templo, se ha introducido el humo de Satanás en la
Iglesia de Dios” diría Pablo VI; ciertamente podría asegurarse que esa grieta
ha sido el modernismo religioso que transforma a la Santa Iglesia Católica en
una mera iglesia “poliédrica”. Las verdades inmutables pasan a ser verdades
pasajeras que dependen de la aceptación mayoritaria y circunstancial del
pueblo, donde importar ceder los principios fundamentales de la Fe con tal de
mostrarse flexiva y políticamente correcto a los tiempos que corren. De allí es
que no sorprende que en los documentos teologales se hable de “La sabiduría de
los pueblos ancestrales afirma que la madre tierra tiene rostro femenino. En el
mundo indígena y occidental la mujer es la que trabaja en múltiples facetas, en
la instrucción de los hijos, en la transmisión de la fe y del Evangelio, son
presencia testimonial y responsable en la promoción humana…”; paulatinamente el
EcoFeminismo ingresa en las filas sacerdotales para subvertir valores
milenarios y desterrar del todo uno de los últimos faros morales de la sociedad
contemporánea.
El
Sínodo deja algo más que una “Iglesia con rostro indígena, campesino y
afrodescendiente”; establece una agenda cultural en contra de su propia
identidad, generando una debacle en aquellos que adversos al Estado, buscan
refugio en aquellas instituciones que históricamente limitaron el poder de la
Corona. El Sínodo es formalmente cómplice con una agenda globalista que bajo
discursos multiculturalistas se enfrenta contra la propia identidad occidental
para terminar favoreciendo a una élite de poder, tal como surge con el Club de
Roma en 1968. Por todo lo expuesto debe uno entender las sabias palabras de G. K.
Chesterton: “Para entrar en la Iglesia hay que quitarse el sombrero, no la
cabeza”; sin perder el respeto a la autoridad y jerarquía, le resulta lícito a
todo católico expresar aquello que considere que es propio a la fidelidad de su
Fe y la tradición. Razón de esto es que cabe uno preguntarse si las posturas
modernas esgrimidas en el “Sínodo para la Amazonía” respetan las tradiciones
milenarias de la Santa Iglesia por la que tantos santos dieron su vida o, si
eventualmente, dicho Sínodo ha servido para abrazar el paganismo y la
apostasía.
[i] Giusto, H. “El ecologista, un
subversivo cultural”; Fund. Libre: https://fundacionlibre.org.ar/2017/09/10/el-ecologista-un-subversivo-cultural/
[ii] DOCUMENTO FINAL - ASAMBLEA
ESPECIAL PARA LA REGIÓN PANAMAZÓNICA - AMAZONÍA: NUEVOS CAMINOS PARA LA IGLESIA
Y PARA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL; visto en: http://www.sinodoamazonico.va/content/sinodoamazonico/es/documentos/documento-final-de-la-asamblea-especial-del-sinodo-de-los-obispo.html
[iii] Si bien dicha noción que pone el
centro de la teología en la naturaleza posee ya sus años de elaboración, ha
sido en los recientes tiempos en que el pensamiento ecologista cobró vigor en
donde se puede observar su fuerte injerencia en los campos políticos y
culturales.
[iv] Carta Encíclica Pascendi del
Sumo Pontífice Pío X sobre las doctrinas modernistas: http://w2.vatican.va/content/pius-x/es/encyclicals/documents/hf_p-x_enc_19070908_pascendi-dominici-gregis.html
[v] El día que Eduardo Galeano
renegó de "Las Venas Abiertas de América Latina" - Fue durante la II
Bienal del libro y la lectura de Brasilia, en abril de 2014. "No sería
capaz de leer el libro de nuevo, porque cuando lo escribí no sabía tanto sobre
economía y política", afirmó aquella vez; visto en: https://www.infobae.com/2015/04/13/1721977-el-dia-que-eduardo-galeano-renego-las-venas-abiertas-america-latina/
[vi] La errónea idea animalista – Por
Horacio Giusto; visto en: https://fundacionlibre.org.ar/2018/12/11/la-erronea-idea-animalista-por-horacio-giusto/
[vii] Grabois: "El Papa está a la
izquierda mía, soy mucho más moderado que él"; visto en: https://www.lanacion.com.ar/politica/grabois-el-papa-esta-izquierda-mia-soy-nid2214386
[viii] La auténtica tragedia de Peter
Singer – Por Horacio Giusto Vaudagna; visto en: https://fundacionlibre.org.ar/2018/04/13/la-autentica-tragedia-de-peter-singer-por-horacio-giusto-vaudagna/
[ix] Antinatalismo, la bandera oculta
del ecologismo – Por Horacio Giusto Vaudagna; visto en: https://fundacionlibre.org.ar/2018/03/02/antinatalismo-la-bandera-oculta-del-ecologismo-por-horacio-giusto-vaudagna/
[x] El papa Francisco recordó el
sábado 8 de junio que su encíclica Laudato si’ “no es una encíclica verde”,
sino “una encíclica social”, es un llamado “a una conversión de las mentes y de
los corazones para que el desarrollo de una ecología integral se convierta cada
vez más en una prioridad a nivel internacional, nacional e individual”; visto
en: https://es.la-croix.com/actualidad/vaticano/el-papa-francisco-invita-a-una-conversion-hacia-una-ecologia-integral#1550aCr1h15HvSz3.99
[xi] Véase como ejemplo:
[xii] Bolsonaro: “Es una falacia decir
que la Amazonia es patrimonio de la humanidad” - El presidente de Brasil dice
que cualquier iniciativa para proteger el pulmón verde "debe incluir un
total respeto a la soberanía" de su país; visto en: https://elpais.com/internacional/2019/09/24/actualidad/1569346309_554039.html
[xiii] El Concilio Vaticano I definió
como “dogma divinamente revelado” que “el Romano Pontífice, cuando habla ex
cathedra goza de la infalibilidad con la que el Redentor quiso dotar a su
Iglesia al definir doctrinas de fe y moral, y consecuentemente, tales
definiciones del Romano Pontífice son inmutables por su propia naturaleza (ex
sese), y no por el consentimiento de la Iglesia” (Denzinger 1839); visto en: https://infovaticana.com/2018/04/23/cuando-papa-infalible-cuando-no/
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